martes, 9 de febrero de 2016

Sobre cómo al ser mamá renació una heroína para mí

Mi mamá y yo con Rodri recién nacido

Antes de ser parte de este maravilloso club solía escuchar de todas las mamás que conocía la famosa frase: "espera a que tengas hijos y verás", especialmente cuando muy inocente y, también ingenuamente, opinaba sobre alguna situación con algún hijo ajeno, en donde no entendía la decisión o la postura que habían tomado sus padres frente alguna situación particular o conflicto. Pensaba que de alguna manera, al tener hijos, mágicamente vendría la sabiduría, bajaría del cielo el tan esperado "Manual para Padres", ese que ojalá nos entregaran en la clínica junto con el muchachito. Pero no, obviamente no fue así... Y les confieso que aún, en mis cortos meses como mamá, estoy descifrando ese mensaje. Por ahora lo que sí entiendo claramente es la fuerza del amor más puro, más fuerte que te transforma, te renueva, te hace cuestionarte y querer ser mejor persona, sólo para mostrarle a tu hijo con tu ejemplo, lo que predicas con palabras.
Otra cosa que también me quedó clara, casi desde el instante uno que empecé el trabajo de parto, es lo mucho que quiero y admiro a mi mamá. Creo que en mi vida había podido empatizar tanto con alguien como a partir de aquel momento, y en la medida en la que fueron pasando los días en mi experiencia como mamá de Rodrigo, ese sentimiento se hizo cada vez más fuerte y contundente. Nunca se lo he dicho directamente, aunque creo que en cada conversa, en cada silencio, en cada ataque de desesperación, cuando ella estuvo ahí para mi... Le agradecí a Dios el tenerla en mi vida, pero sobre todo, plantearme la firme convicción de tratar de ser cada día una mejor hija para ella sabiendo, ahora sí en carne propia, por todo lo que pudo haber pasado desde que decidí llegar a su vida. 
Mami, estas líneas son para ti:
- Primero que nada GRACIAS por decidir traerme al mundo. La situación no fue para nada la más idónea, las condiciones tampoco. Pero el hecho de que tuvieras la valentía de seguir adelante contra viento y marea, para mi solo refleja tu espíritu noble y luchador. Parece una tontería, pero yo pude haber sido una estadística más y gracias a ti, hoy soy un ser humano que tiene la maravillosa oportunidad de disfrutar de las cosas buenas de la vida.
- Sé que me criaste de la mejor manera posible y con las herramientas que para entonces conocías y eran válidas para ti.  Aunque hoy las cosas hayan cambiado o se planteen esquemas alternativos, siempre voy a agradecer que los recuerdos de mi niñez están repletos de besos, caricias y abrazos de tu parte. Siempre te he definido como una mamá cariñosa (también regañona jejeje) pero el cariño que me demostraste (y aun me demuestras) prevalece por sobre todas las cosas.
- Eres valiente. Parirme sin anestesia? Simplemente eres lo máximo!!!!!!
- Entonces no lo entendí, hoy puedo ver el panorama mucho más claro. Eres una dura mamita. Sacar adelante a dos muchachos bien sea vendiendo tupperware o atendiendo pacientes como loca para que nos nos faltara nada a mi hermano y a mi, es de grandes. Aprovecho también de agradecer acá a todas las personas que te acompañaron y te dieron apoyo y sostén durante esos años para que eso fuera posible. Ellos saben quienes son, para ustedes mi eterno agradecimiento.
- Gracias por darme junto a papá al mejor hermano del mundo! y por hacerme parte de su vida.
- Hoy que soy mamá, sólo puedo imaginarme cómo te pudiste haber sentido con la partida de Milagros José. Me hubiese gustado ser más grande en ese entonces para entender la dimensión de las cosas. Seguramente te hubiese abrazado hasta que mis brazos se durmieran, hubiese llorado contigo y me habría quedado en silencio junto a ti, solo acompañándote en tu dolor (en lugar de preguntarte a cada rato por mi hermana). No tengo palabras para describirte frente a esta situación. Una vez más, solo recuerdo a una mami amorosa, quien a pesar de estar pasando por esa horrible tormenta, hizo todo lo posible por hacerme sentir bien, que no alojó en su corazón rabia o tristeza que pudiera permear a mi. Me encantaría tener tu fortaleza y semblante. Creo que a veces ni tu misma te has dado cuenta de lo maravillosa que eres y de la fuerza de espíritu que tienes. Eres especial mami.
- Sé que en algún punto nos fuimos dando tumbos por la vida, momentos donde no congeniamos para nada, donde éramos como agua y aceite. Hubo épocas duras, en donde estoy segura de que ambas nos cuestionamos mutuamente. Pero eso también me sirvió para verte humana y entender otras dimensiones de tu vida. Sé que para ti no debió haber sido fácil, porque tampoco fue que te lo hice vivir de las mil maravillas. Sin embargo hoy estamos aquí, yo para ti y tú para mi que al final es lo importante.
- Sé que como mamá has hecho muchos sacrificios para tratar de darnos lo mejor a mi hermano y a mi. De algunos tengo conocimiento, de muchísimos otros estoy segura de que no. Hoy quiero darte las gracias por todos y cada uno de ellos. Ojalá podamos, tanto Jesús como yo, retribuírtelos en vida.
- Para finalizar, quiero primero pedirte disculpas por todas las veces que pude haberte hecho sentir mal o donde te cuestionaras tu rol de mamá o a tu persona. Haz hecho un trabajo excelente, especialmente porque viene desde el amor, nunca dudes de ello. Sé que, aunque seguiremos teniendo nuestras diferencias (si no, no fuésemos mamá e hija), permaneceremos unidas gracias a lo que hasta ahora hemos construido. Hoy más que nunca estoy segura que tomé la mejor decisión al haberte seleccionado como mamá... y sabes qué? lo volvería a hacer una y otra vez. 

Gracias Rodri por llegar a mi vida y por hacerme recordar que no necesito imaginarme una heroína como la de los comics, ya tengo una de carne y hueso y la llamo MAMÁ. Los quiero al infinito y más allá.

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